Por: Lithus Pérez

¿Qué es el amor? Esta es una pregunta que talvez para cada uno de nosotros tenga una respuesta distinta, conforme pasa el tiempo incluso cambiamos nuestras mismas perspectivas e ideas de lo que es el amor, como lo experimentamos, que nos causa o de quienes proviene, este mismo proceso de reconstrucción del concepto del amor lo profundiza la banda nacional Doctor Amor Extraño en su segundo disco: Sin Sustancia.

El grupo formado por Luis Arias, David Cedeño, Rolando Vargas, Eduardo Arce y Juan Diego Hernández (más en el rol de productor), me dio una grata sorpresa cuando depuré su nuevo disco, ya que como un fan de Stanley Kubrick tenía mis expectativas altas, pero la mezcla que lograron de synthpop, nu-jazz y psicodelia ochentera me hicieron pasar un buen rato.

Doctor Amor Extraño es una banda relativamente nueva pero vieja a la vez, ya que el inicio de su historia oficial se remonta al 2013, cuando sus integrantes decidieron formalizar lo que había sido la banda colegial de covers y transformarla en un proyecto de música original.

Desde entonces, han estado activos y en constante movimiento, pero un poco fuera del ojo público. En el 2017 lanzaron su primer EP llamado Haragán, en el 2019 publicaron el sencillo “Hermética” y más recientemente en plena pandemia mundial, este último disco; todas las producciones a cargo de Juan Diego Hernández de Bello Monte Records.

Según mencionó la banda en entrevista con Lit by Lit este no es un disco conceptual, aunque en realidad el álbum se ubica (subjetivamente) en una línea muy delgada entre lo que es y no, un disco conceptual.

Arce, el saxofonista del grupo explicó que, “si bien el álbum no engloba una temática conceptual definida, las piezas se mueven a través de una visión sobre lo que representa el amor”.

En su música se pueden encontrar amplias referencias que como “oyentes” nos ubican en tiempo y espacio en muchos contextos distintos entre sí. Esta relación entre influencias y referencias a otras disciplinas artísticas como lo es el cine, se debe en parte a que, a pesar de ser figuras relativamente nuevas en la escena nacional son artistas mucho más complejos de lo que parecen. Cedeño por ejemplo viene de una familia de músicos. Fue influenciado directamente por su padre y su tío principalmente, este último formó parte de Pancasán, un grupo de folclor nicaragüense con contenido de protesta durante el último quinquenio de la década de 1970 a 1990.

Vargas por su parte es un multi-instrumentista con influencias familiares de rock clásico y música latina, estudia filosofía y cine, lo que le ha llevado a una experimentación real del arte junto a personas como Arce que tiene una visión más académica y un enfoque en géneros como el jazz.

“Hemos conocido muchas influencias nuevas y hemos crecido mucho como músicos, ahora pensamos más en el bienestar musical y el resultado de este disco fue pura sinergia”, me mencionaba Cedeño mientras me explicaba que casi todo el álbum se creó en una encerrona de aproximadamente 4 meses.

Ahora bien, ¿porqué comenzamos hablando de amor? Resulta que el nombre del disco es una frase que brinda un homenaje a Luis Alberto Spinetta, quién en una entrevista menciona que una persona que no
puede ver la importancia del amor en su vida, siempre se va refugiar en algo sin sustancia.

De hecho, el disco da inicio con un extracto de esa entrevista y a partir de ahí se inicia un relato melancólico y abstracto sobre el amor, que según Spinetta, “es el único refugio de nuestra vida y el que no lo sabe ver, es un inútil de alguna manera (…)”.

“Es difícil definir lo que evoca el álbum desde la perspectiva de cada uno de nosotros. Desde nuestra posición intentamos crear a partir de lo que queremos escuchar (…) Aun así, hay varios puntos en común que se entrelazan. Más allá de una melancolía, es una introspección hacia nuestra experiencia emocional, la cual puede englobar diferentes sensaciones”, finalizó Rolando Vargas.

Es probable que la visión del amor siempre siga siendo distinta para mí, para Doctor Amor Extraño y para ustedes como lectores de este artículo u oyentes del disco, es más, es saludable que sea distinta para cada quién, pero también es probable que a todos nos cueste diferir con alguien tan sabio como lo fue Spinetta, y es por eso que encuentro muy valioso que ese sea el génesis de la narrativa principal detrás de esta obra.