Hace tiempo que estoy esperando el nuevo disco de Hijos. El primer disco me encantó. Presentía que esta nueva producción vendría con fuerza por lo que, en cuánto salió, me puse mis audífonos y me sumergí en el nuevo universo que la banda había creado.
Sol Naciente empieza con sonidos de aves en “Ave Molar“: de inmediato me muestran el contexto de lo que quieren crear; un mundo natural y orgánico bañado de sintetizadores. Le sigue “Cúrcuma”, otra pieza calmada y alegre que, junto con la voz inconfundible de Pablo Rojas, comienza a generar una atmósfera para todo lo que sigue.
Con “Luces de San José” empieza a subir la tensión. Es una canción que representa muy bien al grupo y al álbum en general. Coros que se hacen fáciles de recordar y que son sumamente nostálgicos, mezclados con sonidos épicos, como los que remiten trompetas que me transportan al Parque Central.
“Pueblos” es definitivamente mi favorita. Amé la versión acústica que lanzaron el año pasado y esta, por ser más intensa y llena, me gusta aún más. Los arreglos, las voces y los detalles de guitarra son simplemente mágicos. El bajo repite una frase que es imposible no bailar.
A partir de aquí, comienza a subir la intensidad hasta llegar al clímax. Con “Gorila” alcanza uno de sus puntos más altos, siendo bastante ‘chill’, con beats repetitivos que en cuestión de segundos llegan a un trance que finaliza con una última explosión. Uno verdaderamente puede sentir ese gorila en la espalda, pero en vez de incomodarme, se convierte más bien en un momento de aceptación: llevo un gorila encima, siempre. Se me eriza la piel al escuchar esta música.
“La Ultima Joya” trae nuevamente calma, pero con un una dosis de suspenso y misterio. En esta pieza se hace notoria la mezcla de géneros que caracteriza al grupo, combinando el hip hop y el rock. Podría bailar lentamente o sentarme alterado a contemplarla, pero no hay punto medio.
A esta le sigue “Sirenas“, perfecta para un domingo de lluvia. Para el patio, para el hogar, para el sentimiento de estar cómodo con uno mismo y con la soledad, para en vez de extrañar a la persona que ya no está, alegrarse de que una vez se le amó.
“Volcán“, al igual que el resto del disco disco, viene cargada de sonidos naturales y orgánicos, como si fuera un libro de tapa dura. Cada página es un universo ajeno al nuestro, melancólico y profundo. Eventualmente, la canción llega al punto en que el volcán hace erupción. Es el momento más alto y profundo de toda la producción.
Acto seguido, inicia “Río“. Nuevamente con aves de fondo y una melodía alegre que remite al momento que uno interioriza las emociones y acepta lo que no se puede cambiar.
Sol Naciente es una de las mejores producciones que he escuchado en mucho tiempo. La composición es universal y nos habla a todos, pues cada uno de nosotros sabe lo que es extrañar a aquella persona que nos revuelve el estómago, a pesar de que no todos sabemos aceptar que esa persona ya no esté. Sobra decir que, a nivel de producción e ingeniería de sonido, es un trabajo ejemplar de parte de Jorge Noguera (Popeye): no muchos discos están trabajados a este nivel.
Aplaudo a Pablo, Marvin, Diego y Alí que hicieron de este LP una obra de arte. Le recomiendo a cualquiera que se ponga unos buenos audífonos y se derrita escuchando este disco. Idealmente en el orden en que fue creado: