Hace unas semanas, Triddi lanzó su álbum debut: Olla E’ Carne Espiritual. Escuchar el disco es como ver una película: hay una historia temática que uno puede encontrar entre canciones filosóficas, de amor, de desamor, de ansiedad social y de muchos otros temas. A mí, en lo personal, me generó una diversidad de emociones y me trajo recuerdos muy fuertes de aprendizajes me ha dado a lo largo de los años. Desde el inicio y hasta el final, me parece una genialidad, en particular por la cantidad de géneros, sentimientos y elementos que se combinan de una manera bella y acertada.
El álbum comienza con “Valentina“, caracterizada por un ritmo reggaetón y una voz con mucha presencia, tanta que se siente invasiva y lo hace a uno cuestionarse qué es lo que está escuchando. La pieza alude a una noche de fiesta y transiciona desde frases típicas de figuras maternas/paternas hasta un punto de liberación absoluta. La interrogante de si Triddi es feminista y esto es una crítica social se la hice directamente a su vocalista que, en el fondo, quería poner sobre la mesa el tema de los prejuicios sociales.
La segunda canción, “Encerrao“, es mi favorita, principalmente por el exceso de influencias que conlleva. Cada parte tiene diferentes géneros y elementos, con una intro de guitarras tipo “bossa nova” que luego pasa a ser un ritmo latino, que a su forma suena a funk, y un coro que es puro rock. El final es de lo mejor: cuerdas majestuosas cambian el sentimiento que proponía la canción y la hacen mucho más fría y melancólica. Es una pieza de demonios, de personalidades que toman control del cuerpo y que eventualmente convergen en la luz.
“Muy Loco” es una manera de canalizar y aceptar la locura: no es lo mismo estar loco y no saberlo, que estar loco y aceptarlo con felicidad. Guitarras funk y cuerdas disco se fusionan en un sonido que no deja de ser alegre, tanto así que hasta el merengue se cola y convierte la canción en una fiesta completa. Cabe destacar que hay influencias marcadas de reggaetón y que aún así, entre tanto que pasa, cobra un nuevo sentido que lo pone a uno a bailar.
La cuarta pieza es “Zafacao“, una canción que contrasta muy bien la música mientras habla sobre los valores y la forma en que poco a poco se han ido desvaneciendo en un mundo que parece estar lleno de parásitos. Es caos, es descontrol, es una visión del cosmos. E inmediatamente después le sigue “Espíritu Malo” uno de los puntos más filosóficos de la producción. En esta ocasión, trae sobre la mesa el tema de las relaciones abiertas y la capacidad de tener una relación y aún así compartir intimidad -en todos sus niveles- con otras personas sin que eso signifique una amenaza o un problema. En sí, no busca aprobar ni criticar la postura, sino convertirla en un tema de conversación.
“Tengo miedo” fue el primer sencillo del disco; de hecho, salió incluso antes que el álbum. Fue la primera pieza que escuché del grupo y me sirvió para entender, casi de inmediato, el personaje que estaba siendo plasmado en su música y sus miedos: a la muerte, a Dios, a la eternidad, a la vida y a la posibilidad de que vivamos en un mundo tal como el que se proyectaba en ‘The Truman Show‘ (si no la han visto, véanla). Asimismo, es un recordatorio de que los lugares oscuros de nuestra mente pueden ser muy muy oscuros.
La sétima canción se titula “El Baile del Afligido“ y es oscura, bizarra; una protesta a la vida, al protocolo y a los estándares sociales. Creo que se podría dividir en dos partes distintas: una existencial y una social que analiza la sociedad y su jerarquía. Seguidamente entra “¿Dónde es hoy?“, una canción bizarra e intensa que habla de dos temas diferentes pero compartidos. Por un lado, la juventud y su ansia de fiesta, alcohol y drogas. Por otro, la calle que recibe a todo quién quiera su dosis diaria. Una vez más, nos encontramos ante un Triddi incómodo que quiere abrir la conversación a ciertas temáticas que atañen la sociedad en la que vivimos.
El disco cierra con “Frágil Corazón” que es pura melancolía y tristeza por la pérdida de un ser amado, de una relación terminada. El mensaje de fondo es que todos somos frágiles y a cualquiera de nosotros se le puede caer el mundo si pierde a la persona indicada. Entonces, ¿qué hacemos cuando tenemos que dejar ir? ¿De qué nos agarramos en el camino? La idea de la pérdida sumada a la del amor propio, a la de que el corazón puede doler pero nosotros seguimos vivos, es el cierre perfecto para un disco que es una amalgama de sonidos, colores, ideas, temas y emociones.